Las glándulas tiroides y sus patologías

20 feb. 2018
Por Hoffmann World
Método Hoffmann El diagnóstico precoz es fundamental a la hora de tratar los problemas de tiroides.

El diagnóstico precoz es fundamental a la hora de tratar los problemas de tiroides.

Aunque las enfermedades tiroideas son bastante frecuentes no siempre son diagnosticadas, ya que es común que el Hipertiroidismo y el Hipotiroidismo tengan manifestaciones que pueden ser malinterpretadas y atribuidas a otros factores, sobre todo si hay efectos secundarios de otros medicamentos.

Asimismo, ambas disfunciones pueden presentarse con los mismos síntomas, como debilidad, confusión, depresión, caídas, trastornos en la marcha, incontinencia por inmovilidad, insuficiencia cardíaca y modificaciones del ritmo intestinal, lo que dificulta el diagnóstico.

A través de las recomendaciones basadas en el Método Hoffmann vamos a ver en qué consisten los dos tipos fundamentales de afecciones tiroideas, sus síntomas y algunas recomendaciones para mejorar las condiciones de las personas que sufren estas dolencias.

El Hipotiroidismo

Esta afección implica una producción insuficiente de hormonas tiroideas. Es más habitual a medida que vamos cumpliendo años, con un 70% de casos entre los mayores de cincuenta años, y sobre todo en mujeres.

Algunos de los síntomas más habituales son la disminución de la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, pérdida de fuerza muscular, estreñimiento, pelo o uñas quebradizas, piel reseca, fatiga, tristeza o depresión y aumento de peso.

El tratamiento del Hipotiroidismo requiere terapia de por vida basada en una medicación que reponga la falta de hormona tiroidea. Sin embargo, más allá de dichos medicamentos, es aconsejable una dieta hipocalórica, hacer ejercicio, bajar el consumo de sal y tomar alimentos que contengan yodo como las cebollas, el marisco, los rábanos, los plátanos y las peras. También hay que beber mucha agua, y es necesaria la realización de análisis periódicos para ajustar las dosis del medicamento.

El Hipertiroidismo

Al contrario que en el hipotiroidismo, esta afección está causada por el exceso de producción de hormonas tiroideas. Se calcula que el 15% de todos los Hipertiroidismos se presentan en mayores de 60 años y, en este caso, afecta a una mayor proporción de hombres que de mujeres.

Entre los síntomas habituales del Hipertiroidismo se encuentran la taquicardia, las palpitaciones, el temblor, el exceso de calor, la sudoración, la pérdida de peso repentina, la dificultad para concentrarse o dormir y el nerviosismo o irritabilidad.

En cuanto a la forma en que se manifiesta, hay bastantes casos con formas escasamente sintomáticas de enfermedad. En otras ocasiones presenta alteraciones cognitivas o mentales que pueden simular un cuadro de demencia o una depresión.

Se puede dar estreñimiento o pérdida de apetito, descenso de peso y sensación de debilidad, descompensaciones de enfermedades cardiovasculares como insuficiencia cardíaca o angina de pecho y la producción de arritmias como la fibrilación auricular, debido a la especial sensibilidad del sistema cardiovascular al efecto de la hormona tiroidea.

Las formas de tratar el Hipertiroidismo incluyen los medicamentos antitiroideos, el yodo radiactivopara destruir la tiroides y detener la producción excesiva de hormonas– y en ocasiones la cirugía para extirpar la tiroides.

Respecto a los cuidados adicionales que nos pueden ayudar a mejorar esta patología, hay que tener mucho cuidado con el consumo de café y otras sustancias que alteren el sistema nervioso. También debe hacerse ejercicio muy suave o actividades, pues con esta afección hay que controlar mucho el corazón y cuidar los huesos y los ojos, ya que se alteran mucho con ella.

Es muy importante que estemos alerta ante esta clase de enfermedades, sobre todo con el Hipotiroidismo, ya que a veces no causa ningún síntoma. Aunque es necesario tomar medicación con ambas, no debemos olvidar que tenemos que mantener una dieta muy sana, evitar las bebidas con cafeína y acudir al médico con regularidad.